¿Qué es para mí la poesía?

La poesía es un tipo de literatura que estuvo siempre presente en mi vida. De pequeño escuchaba en la tele los poemas que recitaba Gloria Fuertes, una gran poetisa que quedó poco valorada en la historia. Después en mi juventud leí las famosas rimas de Gustavo Adolfo Bécquer. Y cuando estaba haciendo mis pinitos de periodista conocí un periodista llamado Gabriel, que firmaba como “Alberto” y me regaló libros suyos y fue cuando tomé conciencia de que yo podía escribir, a mi manera, también poemas. Pasó el tiempo y con una amiga nos intercambiábamos poemas.Yo tendía a hacer escritura inconsciente y escribir palabras rimbombantes y que a mí me parecía que tenía musicalidad y lo embarullaba todo sin preocuparme de que lo que decía tuviera un mensaje claro y definido. Hubo otra etapa en que con un compañero de trabajo escribíamos cada uno un “poema” en las servilletas de los bares cuyo primer verso era “Gracias por su visita”. Ahí escribía prosa disfrazada de poema con alguna rima metida con calzador. Y ya recientemente, a raiz de que otra amiga escribe poesía comenzé de nuevo a escribir algo todos los días. Y he leído casi 250 páginas de un libro: Poemas de provincias, de Andrés González-Blanco y pretendo leer cada día algo de poesía. Por lo que pasado mañana ya cogeré otro libro de poesía de la biblioteca. La poesía es lo más visceral que llevo dentro. Es lomás pasional emocionalmente y es la forma de plasmar mis sentimientos que, de escribirlos en prosa, no sería capaz de matizarlos. Es un soplo fresco en los días calurosos de verano y una taza de caldo calentito en los días de invierno, en los que te hielas de frío. Es algo que una vez que comienzas si te engancha... estás perdido! Ya tienes el mono de leer todos los días a algún poeta, como el libro- ahora recuerdo- de Manolo Pipas, un poeta rural que vendía libros en el Festival de Pardiñas. Hace poco, coincidió que en un recital cantado de un poema de Federico García Lorca me enteré de el mensaje,el subtexto real, que oculta el poema archifamoso de “Verde que te quiero verde”. Y me sorprendió y me fascinó el misterio que ocultan las obras literarias de este maravilloso género. Ahora para ir acabando citar el nombre de un maestro con mayúsculas como es Mario Benedetti, y también las profundas reflexiones que me inspiraron los dos libros que leí del poeta callejero Malinowski : Viento 2 y Viento 3. Asombrosos, no hay palabras. Y después decir que tuve la suerte de conocer a un poeta, Suso do Páramo, amigo mío que escribía poesía que me recordaba a la gran Rosalía de Castro. Y bueno, decir que la poesía es un hobby que se instauró de nuevo en mi vida y que, afortunadamente, parece que llegó para quedarse. Larga vida a todos los poetas, un género que cuenta cosas que en los demás géneros literarios es imposible plasmar. Una cosa que me llamó la atención y de la que me picó la curiosidad es que muchos poetass suelen ser también ensayistas, como Miguel Angel Curiel, otro poeta que conozco y Hans Magnus Enszesberger, del cual el libro que cuenta poemas acerca del hundimiento del Titánic quedó grabado en mi memoria como la película de James Cameron. El ensayo también me gusta, pero me satura más pronto pues, a diferencia de la poesía, le falta la musicalidad que hace que no te canses de leerlo una y otra vez. ¡Y para! Que cada vez que lees un poema puede ser que en muchas ocasiones leas cosas nuevas, o nuevos significados.

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